En algún punto de nuestro crecimiento empezamos a buscar quiénes somos; si preferimos el helado de vainilla o el de chocolate, la música que nos gusta, la ropa, entre otras cosas. Es a través de estos cuestionamientos que nos descubrimos y conocemos a nuestros iguales. Aunque encontramos nuestro lugar hay normas y códigos que ayudan a representarnos nuestra comunidad.
A lo largo de este blog, se tocarán los temas como el uso del lenguaje inclusivo con mayor profundidad sobre la manera apropiada de llamar a alguien que pertenece esta comunidad para poder empatizar y entender mejor, se puede decir que para ellos representa un reconocimiento la manera en cómo uno se refiere a estos.
Este particular grupo de individuos se hacen llamar de una forma muy peculiar: LGBT. A veces agregan más símbolos al nombre, cada sigla representa un pedazo de la comunidad: la letra L presenta a las Lesbianas; personas que se identifican con el género femenino que se sienten atraídas sexual y románticamente por otras personas que se identifican como mujeres; La G representa a los Gays, el otro lado de la moneda, personas que se identifican con el género masculino que se sienten atraídos de forma romántica y sexualmente por otros que se identifican como hombres. En palabras más cortas la L y G representan a las personas homosexuales.
La B son los llamados Bisexuales: individuos casi invisibles para el resto del mundo, los cuales se sienten atraídos romántica y sexualmente por el mismo género u otros. Es necesario detenernos aquí un momento, este grupo ha tenido que defender su etiqueta porque algunas personas piensan que solo hace referencia a los géneros hombre y mujer (incluso se habla de una exclusión de las personas trans) sin embargo, algunos individuos también aceptan a las personas No-Binarias en el nombre. Por otro lado, otras personas no se sentían agusto con la etiqueta y por esta misma razón fue creado el término Pansexual, personas que no hacen distinción de género en su atracción romántica y sexual. Esta es una pelea constante en el grupo, ya que se llaman unos a otros intolerables.
La T representa a la comunidad “trans” son personas que se identifican con otro género distinto al que nacieron. Hay dos conceptos: Transgénero y Transexual. La única diferencia es que los primeros reconocen a qué género pertenecen, pero aún no realizan el tratamiento hormonal y quirúrgico para cambiar de sexo. Por otra parte, los segundos ya están en proceso o han finalizado. Anteriormente mencionamos a las personas No-binario, estos individuos deciden que no encajan en ninguno de estos conceptos de mujer y hombre y se hacen llamar de esta forma pero también algunos agregan al concepto Transgénero al lado del No-binario.
No todos los integrantes de esta comunidad aparecen en el nombre, por ello algunos deciden llamarse LGBTIQ, agregando a los Intersexuales y a las personas que se consideran Queer -otra forma de llamar a las personas que no adoptan los dos géneros mujer-hombre-. Otros deciden que es más fácil llamar a la comunidad LGBT y agregar un signo de “+”.
Cada color del arcoíris que representa cada uno de los grupos anteriormente mencionados también tienen sus distinciones y no pueden hablarse de la misma forma. El lenguaje no solo se ve involucrado en los conceptos que han creado entre ellos para identificarse, no es lo mismo referirse a una persona Trans a una No-Binaria. A la persona Trans se pueden referir con los pronombres que van de acuerdo con lo que se identifican mientras que el No-Binario puede decidir tomar la decisión de que omitan el pronombre masculino y femenino su interlocutor al referirse al no No-Binario. A lo largo de la persecución histórica que han sufrido, han creado sus propios conceptos para identificarse sólo entre ellos, pero sin decidir tomar los conceptos con los que se exponen al resto del mundo.
El reconocimiento que busca la comunidad LGBT no solo radica en el cambio de leyes sino también en la forma en la que hablamos de ellos, desde empezar a referirse a una persona trans con su nuevo nombre, hasta empezar a buscar formas de excluir el género cuando se habla de un No-Binario -como el uso de la “e” u otros que se verán en textos más adelantes-. En el futuro, nuestra conciencia sobre nuestro lenguaje será mayor, cuando conocemos a alguien nuevo será parte de la presentación dar a conocer cómo nos gustaría ser llamados. Aunque tal vez la mejor decisión sea dejar de cargar con tanto peso las etiquetas y retomar los pronombres sin la carga cultural en estos.
A lo largo de este blog, se tocarán los temas como el uso del lenguaje inclusivo con mayor profundidad sobre la manera apropiada de llamar a alguien que pertenece esta comunidad para poder empatizar y entender mejor, se puede decir que para ellos representa un reconocimiento la manera en cómo uno se refiere a estos.
A lo largo de esta entrada tocaremos temas como el lenguaje y la manera apropiada de llamar a alguie para poder empatizar y entenderse mejor. Para algunas personas puede representar un gran reconocimiento la manera en cómo uno los refierez pues aún hay personas que niegan su existencia, incluso se refieren a ellos con horror como si fueran monstruos. Ser capaces de identificarlos y comprenderlos en su ser, les permite ser validados por el resto del mundo.
La multicolor comunidad LGBT no está exenta de crear normas de convivencia que involucran al lenguaje. Estos códigos pueden llegar a ser desde representaciones visuales hasta lingüísticos; significado y significante tienen un peso muy importante sobre quiénes son y qué representan en la misma comunidad. Algunas personas desconocen esos códigos e incluso los ignoran (intencionalmente o no) para burlarse.
La comunidad
Este particular grupo se hacen llamar de una forma muy peculiar: LGBT. Aunque veces agregan más símbolos. Cada sigla representa un pedazo de la comunidad: La letra L presenta a las Lesbianas, personas que se identifican con el género femenino y que se sienten atraídas sexual y románticamente por otras personas que se identifican como mujeres; La G representa a los Gays, personas que se identifican con el género masculino y que se sienten atraídos de forma romántica y sexualmente por otros que se identifican como hombres.
Foto tomada de comprarbanderas.com
Foto tomada de banderasvdk.com
Foto tomada de aminoapps.com
La T representa a la comunidad “trans” son personas que se identifican con otro género distinto al que nacieron. Hay dos conceptos: Transgénero y Transexual. La única diferencia es que los primeros reconocen a qué género pertenecen, pero aún no realizan el tratamiento hormonal y quirúrgico para cambiar de sexo. Por otra parte, los segundos ya están en proceso o han finalizado. Anteriormente mencionamos a las personas No-binario, estos individuos deciden que no encajan en ninguno de estos conceptos de mujer y hombre y se hacen llamar de esta forma pero también algunos agregan al concepto Transgénero al lado del No-binario.
No todos los integrantes de esta comunidad aparecen en el nombre, por ello algunos deciden llamarse LGBTIQ, agregando a los Intersexuales y a las personas que se consideran Queer -otra forma de llamar a las personas que no adoptan los dos géneros mujer-hombre-. Otros deciden que es más fácil llamar a la comunidad LGBT y agregar un signo de “+”.
Cada color del arcoíris que representa cada uno de los grupos anteriormente mencionados también tienen sus distinciones y no pueden hablarse de la misma forma. El lenguaje no solo se ve involucrado en los conceptos que han creado entre ellos para identificarse, no es lo mismo referirse a una persona Trans a una No-Binaria. A la persona Trans se pueden referir con los pronombres que van de acuerdo con lo que se identifican mientras que el No-Binario puede decidir tomar la decisión de que omitan el pronombre masculino y femenino su interlocutor al referirse al no No-Binario. A lo largo de la persecución histórica que han sufrido, han creado sus propios conceptos para identificarse sólo entre ellos, pero sin decidir tomar los conceptos con los que se exponen al resto del mundo.
El reconocimiento que busca la comunidad LGBT no solo radica en el cambio de leyes sino también en la forma en la que hablamos de ellos, desde empezar a referirse a una persona trans con su nuevo nombre, hasta empezar a buscar formas de excluir el género cuando se habla de un No-Binario -como el uso de la “e” u otros que se verán en textos más adelantes-. En el futuro, nuestra conciencia sobre nuestro lenguaje será mayor, cuando conocemos a alguien nuevo será parte de la presentación dar a conocer cómo nos gustaría ser llamados. Aunque tal vez la mejor decisión sea dejar de cargar con tanto peso las etiquetas y retomar los pronombres sin la carga cultural en estos.
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